Dicen que los sueños pueden hacerse realidad. Pero no vale sólo con soñarlo. Tienes que perseguirlo. Hay veces que podrás alcanzarlo. Otras que no. Y otras veces en las que sólo lograrás rozar la meta.
Yo, en poco tiempo, he pasado por todas las etapas.
El sueño de mi vida es ir a Nueva York. Y lo he perseguido. Y lo conseguí. Bueno, mejor dicho, estuve a punto de conseguirlo.
Llevaba meses todo organizado. Billetes de avión. Alojamiento. Tours… Y cuatro días antes, la “amiga” con la que iba a ir, me dejó tirada.
No os podéis hacer idea de la rabia e impotencia que sientes en esos momentos. Saber que has estado a punto de cumplir tu sueño, y al final sólo has podido rozarlo.
Y no se si es peor la decepción que sientes, o la vergüenza de tener que decirle a todo el mundo, que al final no te has podido ir a cumplir tu sueño. Que el viaje que has planeado con toda la ilusión del mundo, se ha ido a la mierda.
De esta decepción ya ha pasado un mes, así que ya empiezo a ver las cosas de otra manera. En cierto modo, me ha ayudado a superar mi “mal sueño”, otro de mis sueños.
Creo que estoy soñando con Él desde la primera vez que lo vi en la tele/cine. Y si no fue desde la primera vez que lo vi, fue desde la segunda. Desde entonces lo he seguido (nunca físicamente, que quede claro…) por todos los medios que he podido.
Pero un día, hace ya más de dos meses, te cruzaste en mi camino virtual. Yo te hice una simple pregunta, una tontería, sobre una publicación que hiciste. Me sorprendió tu respuesta, pero más me ha sorprendido que durante todo este tiempo me sigas buscando. Nunca me imaginé que fueras así, y menos conmigo. Me has sorprendido mucho, no sabes cuánto.
Seguro que estaréis pensando que lo único que quiere es entretenerse, pasar un rato conmigo y si luego te he visto, no me acuerdo… Sinceramente, no me importa. Porque aunque sólo sea un ratito, ese ratito lo ha perdido conmigo, y cuando te sientes tan sola como me siento yo muchas veces, eso se valora mucho.
El viernes por la noche, después de hablar contigo durante dos horas, me fui a dormir y, ¿a que no sabes que soñé? Que estaba contigo en Nueva York.
Una conjunción de sueños perfecta.
2 comentarios:
Dicen que los sueños, sueños son. Como si fuese imposible que pudieran hacerse realidad.
Muchos será difícil que se cumplan, pero...¿qué o quién nos impide seguir soñando?
Los sueños son las ilusiones que nos animan a intentar conseguirlos. Si seguirmos haciéndolo, es porque muchos también deben cumplirse, no?
Yo deseo que los tuyos se cumplan, y mira, se te incumplió uno, pero apareció el otro...como la vida misma: una de cal y otra de arena. Besos.
Belkis, nadie nos puede impedir que sigamos soñando. Los sueños es algo que nunca nadie nos va a poder arrebatar. Por eso yo estoy tirando pa'lante con los mios. No se si saldrá bien o no, pero por lo menos lo habré intentado. Y tú, ya sabes lo que tienes que hacer con el tuyo: persiguelo con todas tus fuerzas y verás como sale bien. Tengo una corazonada. Ya me dirás... Besos.
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