miércoles, 12 de octubre de 2011

Echarte de menos no entraba en mis planes...


No quería echarte de menos. No tenía ganas de despertarme por la mañana con tu imagen en mi cabeza. Y de irme a dormir, todavía pensando en ti. En tu sonrisa que enamora. No. No quería…

No quería tener una sensación de vacío dentro de mí. De angustia al pensar que estarás haciendo. Donde estarás. Con quien. Si te estarás acordando de mí…

Al principio mi plan, mejor dicho, nuestro plan, era solamente sexo. Aunque fuera virtual. Pero a veces los planes no salen como uno espera. Y en mi parte del plan no había nada escrito que dijera que te fuera a echar de menos. ¿Quién cambió las reglas del juego sin avisarme?

Pero el corazón no entiende de razones. Sólo entiende de sentimientos. Y yo lo que siento en estos momentos es que te echo de menos. Mucho. Te extraño como nunca he extrañado a nadie.

Tú eres el culpable de dibujar sonrisas en mi cara. El culpable de que sueñe cosas imposibles por las noches, aunque tú digas que no son tan imposibles. El culpable de que me sienta como una estúpida cuando me dices que has pensado en mí.

Como me gustaría que estuvieras aquí. Sentir tu respiración. Que me miraras a los ojos y me dijeras que tú también me echas de menos, que me dieras un beso y me abrazaras tan fuerte que en ese abrazo se detuviera el mundo.

Como me gustaría que estuvieras a mi lado.

2 comentarios:

belkis dijo...

Ay, ay, ay...que conozco perfectamente las sensaciones que describes.
Simplemente diré que vivas intensamente el momento que estás viviendo.
Echar de menos es duro pero recompensa cuando sabes que pronto (hoy, mañana o quizás esta noche) la magia del encuentro volverá a producirse. Besotes.

Luna Ardiente dijo...

Belkis, perdoname por contestarte tan tarde pero es que ando con un lio tremendo...
La verdad es que el post que escribi lo hice "motivada" por un sueño que tuve. Ahora, a pesar de lo que pueda dar a entender el articulo, no siento nada.
Quizás esté entrando en fase de negación...
Besotes.